La acupuntura es una ciencia médica milenaria que se engloba dentro de la Medicina Tradicional China.

El dolor es la manifestación principal en las alteraciones musculo-esqueléticas y se convierte en la causa principal de las modificaciones que ocurren posteriormente en las estructuras que permiten la función articular. Por tanto, la orientación adecuada de la patología álgica tendrá como principal objetivo el tratamiento y la eliminación del dolor como factor principal.
El dolor agudo, por su parte, reviste características muy concretas y es fundamental su erradicación para evitar complicaciones y que se acabe convirtiendo con el tiempo en un dolor de tipo crónico.
La tendencia actual en el campo del tratamiento del dolor se orienta hacia la aplicación de diferentes técnicas terapéuticas que conlleven una acción sinérgica y abarquen los diversos aspectos que presenta la patología dolorosa. Entre dichas técnicas encontramos una segura, natural y sin los efectos secundarios de los fármacos o la química: la acupuntura.
La acupuntura es una ciencia médica milenaria que se engloba dentro de la Medicina Tradicional China. Su efectividad se encuentra reconocida por la OMS y por numerosos estudios con evidencia científica, así como algunos de sus mecanismos de acción.

 

Se basa en la inserción de agujas en unos puntos que se pueden localizar en todo el cuerpo, ubicados dentro de unos canales invisibles llamados meridianos, por donde circula la energía. Muchas veces se producen desequilibrios orgánicos, con lo que esta energía se bloquea o ralentiza, disminuyendo una parte de ella conocida como Yang y aumentando su complementaria llamada Ying o viceversa. Ambas energías han de estar en equilibrio dinámico sin sobrepasar límites de vacío o plenitud, de lo contrario, surge la enfermedad.

Cuando hay desequilibrio, la función de las agujas es la de regular la parte afectada de todo el organismo con la finalidad de que éste recupere su buen ritmo y su estado de bienestar.

Pero la acupuntura no sólo actúa a nivel sintomático, sino también a nivel etiológico. Y, es más, no sólo mejora o elimina el dolor, sino que también tiene acción sobre el sistema inmunitario, hormonal, nervioso, sanguíneo, osteo-articular, sensitivo, emocional…Equilibra la restauración de los ritmos internos, activando unas funciones y ralentizando otras, hasta poner cada cosa en su lugar mediante el fortalecimiento y equilibrio de la energía vital.

Por todo ello, simplemente invitar a que se conozca, a que se pruebe, a perderle el miedo y a notar sus múltiples beneficios. Sólo así podremos constatar personalmente que puede suponer una verdadera y sencilla ayuda para la mejora de los niveles de nuestra calidad de vida.

Irene López Valls

Graduada en Fisioterapia y diplomada en Medicina Tradicional China

CLINICA ALCUSALUT