Ir de aventura, pero también encontrar paz. Así vamos a disfrutar si viajamos a Baños de Panticosa, en pleno Valle de Tena del Pirineo Aragonés.

Se acerca el puente de diciembre, y eso es sinónimo de desplazamientos para descansar y descubrir nuevos destinos. 

En esta ocasión no nos movemos de nuestro país para así poder disfrutar de todo lo bueno que nos ofrece. 

Concretamente en pleno Valle de Tena del Pirineo Aragonés nos encontramos los Baños de Panticosa, y con ellos, todo lo que le rodea. 

Montañas imperantes, nieves eternas, aguas vírgenes heladas, arquitectura con sabor histórico… este lugar lo tiene todo. El Balneario de Panticosa tiene una infinidad de sugerencias para los turistas y deportistas que visitan la zona. 

Todos los visitantes describen el emplazamiento como un lugar mágico e impresionante que no se puede describir con palabras. “Hay que sentirlo”. 

La primera parada la hacemos, como no, en el Balneario. En el año 2000, la familia Nozaleda recupera este edificio y lo restaura, consiguiendo así que los Baños de Panticosa sean reconocidos y obtengan una actividad ocupacional de máximas todo el año. 

Nevada en el Balneario de Panticosa

A través de sus ventanas, el usuario puede observar las cascadas de la naturaleza, un acuífero subterráneo cuyas aguas se mezclan con las termales de las Termas de Tiberio, aportando así al visitante sensaciones únicas en su cuerpo. 

Aguas calientes, frías, heladas… con ese juego de temperaturas los Baños de Panticosa aportan al visitante una experiencia relajante, mejorando su salud física y mental en todos los sentidos posibles. 

El termalismo invita a cuidarse, y los Baños de Panticosa son la mejor opción este puente de diciembre. 

Además, una vez en la zona del pirineo aragonés podremos hacer múltiples actividades como senderismo en todas sus versiones, desde un paseo por el entorno hasta una excursión más planificada por el refugio de los Ibones de Bachimaña o realizar circuitos de mountain bike o Trail running en la zona en temporada de invierno. 

En verano, por otro lado, podríamos disfrutar de excursiones guiadas, alquiler de barcas en Ibón de Baños, animación familiar, etc. y también, si vamos con más tiempo, incluso podemos traspasar la frontera con Francia y descubrir el famoso tren de Artouste que nos regala vistas maravillosas.  Cerca, se encuentran también Parque Nacional de Ordesa y la tirolina doble más larga de Europa.

Y algo que no puede faltar en un viaje que se merezca es probar la gastronomía del lugar. En este lugar degustaremos las mejores recetas de los Pirineos en un entorno privilegiado. 

Cuando llega el final del día toda descansar. Podemos hacer una rápida y sencilla búsqueda por alojamientos de la zona a través de la plataforma Booking que nos ofrece decenas de posibilidades con grandes ofertas y opciones para todo tipo de viajeros. 

Lo mejor para buscar alojamiento en Panticosa es hacerlo con tiempo y buscando bien dónde queremos dormir que esté cerca de las zonas que vamos a visitar. Los Baños de Panticosa se conocen por tener una gran variedad de hoteles cercanos de gran fama y recomendados por el visitante. 

¿A qué esperas para cerrar ya tu próxima escapada? ¡No lo dejes para última hora!

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