Fuente: Las Provincias

Un novedoso tratamiento de medicina regenerativa ayuda a frenar la artrosis y la artritis con un éxito de entre del 85 y el 90 por ciento

Miles de personas conviven cada día con dolor. Y lo hacen porque en la mayoría de ocasiones su enfermedad no tie- ne cura. Artritis, artosis, reumas… impiden a mucha gente hacer su vida normal y que poder caminar más de dos minutos, recoger algo cuando se te cae al suelo o algo tan necesario como dormir, sea casi imposible.

«El dolor te altera el carácter», asegura Amparo, de 71 años, y sabe muy bien lo que dice pues pade- ce de artrosis crónica en las dos caderas con pinzamiento en una de ellas. Eso le provocó quedarse enganchada sin casi poder moverse y con la operación para ponerle unas prótesis como única solución. Un día cogió un periódico y vio un nuevo tratamiento que estaba teniendo efectos positivos en casos como el suyo y decidió probar. «El doctor me dijo que no podía asegurarme mejorar un cien por cien, porque esto no se cura, pero aún así quise probar», cuenta.

El tratamiento del que habla Amelia forma parte de lo que se

conoce como medicina regenerativa y se realiza con células madre extraídas del propio paciente. El encargado de llevarlo a cabo es el doctor José Luis Carbonell, director de la Clínica Mediterránea de Valencia, el único lugar en toda la ComunitatValenciana donde se está aplicando por el momento.

El proceso consta de varias infiltraciones con células madre y Plasma Rico en Plaquetas (PRP). Las células se extraen de la propia grasa del paciente, generalmente del abdomen, por lo que al ser tejido propio, no hay riesgo de rechazo. Con la aplicación que se realiza en el punto en el que el paciente sufre el dolor, se logra regenerar el cartílago y los tejidos que se habían perdido. Los resultados, eso sí, varían según el punto de partida de cada per- sona y la dolencia.

«Yo puedo decir que he mejorado un 50 o un 60 por ciento. He logrado seguir siendo autónoma y a mis más de 70 años seguir viviendo sola. No es solo que me duele menos, es que he ganado en calidad de vida», asegura Amelia mientras pasea recta como una modelo, algo que no podía hacer hace seis meses.

Descargar artículo completo de Las Provincias (junio 2017)