Vidas compartidas. Así podríamos definir los dos conceptos que hoy venimos a tratar y que, sin duda, se han convertido en los fenómenos residenciales más consolidades en nuestro país.

Hace bastante tiempo que desde AESFAS hablamos sobre el cohousing.

No en vano hace unas semanas publicamos un post sobre dónde podemos encontrar cohousing en España. Sobre todo pensamos en este tipo de vivienda para personas mayores jubiladas que buscan una compañía de convivencia sin prescindir de áreas personales privadas.

Ahora le encontramos un rival (o quizás no): el coliving.

Ambos comparten un estilo de vida sostenible y de intercambio de experiencias e ideas entre personas. Son, en definitiva, un producto residencial novedoso que interesa tanto a inversores como a consumidores finales del mismo.

A continuación, vamos a definir cada concepto y ver sus características principales y diferencias entre ambos para así poder elegir cuál es el mejor.

Comenzamos con el “nuevo” de la familia.

¿Pero qué es el COLIVING?

El coliving es una forma de vida en un espacio creativo para reducir gastos y así favorecer alianzas profesionales a la vez que se convierte residencia. Es, a grandes rasgos, la evolución del coworking, o trabajo en conjunto, que se extiende al mercado inmobiliario. Las personas van a compartir lugar de trabajo y de residencia.

Por otro lado, el cohousing es un tipo de vivienda colaborativa donde personas quieren vivir con zonas compartidas, pero también disponer de espacios individuales de residencia. Es, por lo tanto, el equilibrio perfecto entre privacidad y convivencia. Las personas, en este modelo, no alquilan o tienen propiedad de la vivienda, sino que disponen de un derecho de uso.

¿Cuál es mejor?

Para conocer cuál es mejor de los dos nos podemos basar en las características que cada uno tiene, pero también, en nuestro caso, nos interesa saber para quién es mejor.

En este aspecto, la gran diferencia es que el cohousing puede ser una alternativa de vida para cualquier edad, sin importar en qué trabajemos o si, incluso, no lo hacemos y estamos jubilados.

Sin embargo, el coliving si es de gran interés para comunidades de trabajadores, sobre todo los que comparten sector de empresa y/o industria. Ya que, como bien se apuntaba con anterioridad, es una forma excepcional de convivir trabajo y residencia, todo en uno.

Para los usuarios de AESFAS que aún están en edad laboral, cualquiera de las dos opciones puede ser bien recibida, sin embargo, para los que sobrepasan los 65 años y ya se retiraron, lo idóneo es el cohousing sin lugar a dudas.

El cohousing es un modelo de convivencia pensado para residir permanentemente y compartir un proyecto de vida a largo plazo. Se hace, generalmente, pensando en personas que viven solas, viudos, separados, etc. que no quieren pasar sus últimos años en soledad y quieren convivir con personas de edades similares, pero sin renunciar a la privacidad de un espacio propio.

Y tú, ¿con cuál te quedas? ¿cuál te parece más práctico? Usa los comentarios para contarnos tu experiencia.