El día 30 de julio se celebra, en todos los rincones del planeta la amistad. Una de las relaciones interpersonales más importantes que puede tener el ser humano.
“El amigo es otro yo. Sin la amistad el hombre no puede ser feliz” (Aristóteles), una frase que, desde siglos atrás, no ha perdido ni un ápice de certeza en cada una de sus palabras.
La amistad es un sentimiento y un estado de unión entre personas que cumple una función social. Si nos sentimos que somos aceptados por personas para recibir su amistad, nos genera una sensación interior de paz y de sosiego por sentirnos parte del pensamiento de otro ser humano.
Tener un amigo es una de las experiencias vitales más intensas que se puede vivir. Forjar una relación de amistad es algo que no se consigue de un día para otro y, entablar una amistad verdadera, es difícil pero muy satisfactorio de alcanzar pero, sobre todo, de mantener.
La tercera edad y la amistad
Para celebrar y conmemorar este día tan alegre y de motivo de festejo de la unión de personas con fines comunes, queremos centrar nuestra atención en lo que a amistad entre personas mayores se refiere.
Cuando se sobrepasa la edad de 60 años, muchas personas mayores empiezan a valorar más positivamente el sentimiento de amistad entre iguales. Ya sea por motivos de viudedad, soledad familiar, por que otros amigos han fallecido u otras causas, las personas que ya se han jubilado aprecian más tener personas cerca para no sentirse tristes y vacíos.
A esta edad es más difícil hacer nuevas amistades, pero no imposible. Se valoran especialmente los viejos amigos, los de toda la vida, y gracias a las actuales tecnologías, Internet nos permite localizar personas con las que hace años perdiste el contacto. Aunque no somos los mismos que con 20 años, la vida pasa para todos, y si en algún momento de la vida se forjó una bonita amistad, seguro queda resquicios para retomarla con más fuerza.
Los beneficios de la amistad en mayores
Los amigos, esa familia que eliges y con la que estas conforme, a gusto y sabes que nunca te fallarán pase lo que pase. Los seres humanos, como seres sociales por naturaleza, siempre hemos necesitado conectar con personas afines a nosotros, para sentirnos dentro de un grupo y, además, obtener protección.
En las personas mayores, la amistad reporta innumerables beneficios, pero el más importante es la felicidad. Las ventajas de una amistad normal en cualquier edad, con la madurez se multiplican.
Los amigos ayudan a pasar situaciones complicadas o confusas, como la pérdida de un ser querido, el final del trabajo, el temor a la muerte o el distanciamiento de los hijos.
Una nueva etapa, la de la vejez, que es más fácil de llevar y que nos puedan entender si estamos rodeados de amigos. Además, también podremos compartir una rutina con ellos, y adquirir otras nuevas amistades de manos de nuestros propios amigos.
Envejecimiento feliz y positivo
La amistad en la madurez es una de las partes más importantes que hay que valorar. Ofrecer y recibir amistad es una de las acciones que debemos realizar a diario en esta etapa de la vida, de cara a conseguir vivir unos años de cambios y adversidades con el apoyo incondicional de personas que nos comprenden y nos apoyan.