Se trata de una fruta curiosa, muy dulce y jugosa, siendo rica en vitamina C y B, ideal para ayudarnos a aumentar las defensas. Además, debido a que cuenta con alto contenido en vitamina C, es una fruta muy antioxidante, ayudando a prevenir el envejecimiento.

Propiedades nutritivas de la Mandarina

La mandarina es una fruta cítrica y de temporada otoñal. En el otoño, con los cambios de temperatura y la reducción de las horas de luz nuestro cuerpo queda más expuesto a sufrir diversos procesos infecciosos debido a un descenso brusco en sus defensas.

También cabe destacar que esta fruta nos proporciona un alto porcentaje de agua juntamente con otros minerales tales como el Potasio, el Magnesio y el Calcio, imprescindible para una correcta contracción muscular.

Para aprovechar mejor las propiedades de la mandarina es mejor consumirla entera en vez de tomarla como zumo, ya que al exprimirla se pierde una importante cantidad de fibra.

Para los deportistas, por su contenido en potasio, vitamina C, carotenoides y otros nutrientes, constituye una buena alternativa para reponer los minerales y el líquido perdidos después de la actividad física y para minimizar el riesgo de lesiones y potenciar las defensas.

Su zumo mezclado con agua, bicarbonato y azúcares puede hacer perfectamente las funciones de bebida rehidratante durante la competición en deportes que tengan una duración mayor a 90 minutos, en los que las pérdidas de glucosa, agua y electrolitos son más acusadas.

La mandarina es una fruta ideal como postre o entre comidas con un importante aporte de vitaminas, fibra y minerales que le dan excelentes propiedades nutricionales, ideal para todo tipo de dietas.

En los tratados de medicina China se le considera materia prima de primer orden.

Los cítricos son un buen complemento para emplearse en una dieta de adelgazamiento, ya que provoca sensación de saciedad. Estas desarrollan una función antioxidante que evitan la acción perjudicial de los radicales libres, que son responsables de la degeneración de las células y el cáncer.

Resulta tan sencillo pelar y comer una mandarina que se ha convertido en una de las frutas predilectas de los más pequeños, si bien, por su sabor dulce y refrescante y por las propiedades nutritivas que nos brinda, se ha de potenciar el consumo en todas las edades.

El grato dulzor, su escaso sabor ácido, junto a la suavidad de su pulpa convierten a la mandarina en uno de los cítricos más populares del mundo.

Los beneficios de la mandarina son múltiples

  • La mandarina ayuda a quemar grasa.
  • Buena para el colágeno, los huesos y los dientes.
  • Fuente de sustancias antioxidantes.
  • En situaciones de estrés es conveniente.
  • Ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
  • Es diurética (problemas de retención de líquidos).
  • Mejora la vista.
  • Buena para la generación de glóbulos rojos y blancos.
  • Su cascara es anticancerígena.
  • Buena para la hipertensión.
  • Si se mastica la cáscara estimula el apetito.
  • Recomendada para el embarazo y en el periodo de lactancia.
  • Es desintoxicante y depuradora.
  • Recomendable para casos de gota, artritis, reuma y ácido úrico.
  • Fortalece el sistema de defensas.
  • Ayuda a reforzarnos contra las infecciones.
  • Combate enfermedades respiratorias como tos, catarros y resfriados.
  • Es antiinflamatoria.