En aesfas nos hemos preguntado muchas veces cual es el secreto para una vida larga y feliz.

Aunque la genética y los hábitos saludables juegan un papel crucial (como no cansamos de repetir en nuestros artículos) numerosos estudios recientes destacan otro factor igual o más importante: las relaciones sociales.

En este artículo, exploraremos cómo las conexiones con familiares, amigos y la comunidad pueden aumentar la esperanza de vida, especialmente en las personas mayores.

Descubre cómo el cariño, el afecto y la compañía pueden ser la mejor medicina para vivir una vida larga y plena.

La Ciencia Detrás de las Relaciones Sociales y la Longevidad

Varios estudios han demostrado que las personas mayores con una vida social activa tienden a vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.

Investigaciones de la Universidad de Harvard han encontrado que las relaciones sociales reducen el riesgo de enfermedades crónicas, mejoran la salud mental y promueven un envejecimiento saludable.

Pero, ¿cómo logran estas conexiones tan maravillosos beneficios?

Pues estos serían beneficios asociados a cultivar unas buenas relaciones sociales:

  1. Reducción del Estrés: Compartir nuestras preocupaciones y alegrías con otros reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Menos estrés significa un sistema inmunológico más fuerte y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  2. Estímulo Mental: Interactuar con otros mantiene nuestro cerebro activo y alerta. Las conversaciones y actividades en grupo estimulan la memoria y las habilidades cognitivas, ayudando a prevenir el deterioro cognitivo.
  3. Apoyo Emocional: Tener a alguien con quien hablar y compartir nos proporciona un gran soporte emocional. Este apoyo es crucial para combatir la depresión y la ansiedad, condiciones comunes en la tercera edad.
  4. Actividad Física: Las relaciones sociales a menudo implican actividades físicas como caminar, bailar o practicar deportes. La actividad física regular es esencial para mantener el cuerpo sano y fuerte.

Historias Inspiradoras

Para ilustrar estos beneficios, podemos darte algunos ejemplos inspiradores de personas especialmente longevas que destacaban los valores de mayores que han  las relaciones sociales como una fuente de vitalidad y alegría:

Misao Okawa (Japón)

Esta mujer japonesa que llegó a vivir hasta los 117 años, siempre destacó la importancia de la familia y las relaciones sociales en su longevidad. Atribuyó su larga vida a una dieta saludable y a estar rodeada de sus seres queridos. «Comer bien y dormir bien, y estar con la gente que amas» era su consejo para una vida larga. Okawa vivía en una residencia para mayores donde participaba activamente en las actividades grupales, manteniendo siempre una actitud positiva y sociable.

Emma Morano (Italia)

Esta italiana que vivió hasta los 117 años, también enfatizaba la importancia de las relaciones sociales. A lo largo de su vida, Emma se mantuvo activa socialmente, participando en reuniones familiares y comunitarias. Incluso en sus últimos años, disfrutaba de la compañía de amigos y familiares que la visitaban regularmente. Emma creía que mantenerse socialmente activa y emocionalmente conectada con los demás era clave para su longevidad.

Jeanne Calment (Francia)

Reconocida como la persona que ha vivido más tiempo en la historia, llegando a los 122 años, también valoraba enormemente sus relaciones sociales. Jeanne era conocida por su sentido del humor y su espíritu social. Vivía en un pequeño pueblo francés donde mantenía relaciones cercanas con vecinos y amigos. Jeanne participaba en actividades comunitarias y mantenía una actitud optimista y alegre, siempre rodeada de personas con quienes compartía su vida.

Maria do Carmo Jerônimo (Brasil)

Esta mujer brasileña que vivió hasta los 129 años, destacaba la importancia de la comunidad y la familia. Maria siempre estaba rodeada de familiares y amigos que la apoyaban y acompañaban. Celebraba fiestas y reuniones en su casa, donde la música y la conversación eran partes esenciales de su vida cotidiana. Su comunidad jugó un papel fundamental en su longevidad, brindándole amor y compañía.

Como ves, la mayoría de las personas que pasan los 100 años ponen a la familia y los amigos en el centro de su vida.

Pero ¿cómo puedes fomentar las relaciones sociales cuando vas haciéndote mayor y la gente va haciendo sus vidas?

Cómo cultivar tus relaciones sociales mientras nos hacemos mayores

Si tú o alguien que quieres necesita fortalecer sus conexiones sociales, aquí hay algunos consejos prácticos y básicos que te pueden ayudar:

  • Participa en Actividades Comunitarias: Únete a clubes, clases o grupos de interés en tu comunidad. Ya sea un club de jardinería, un grupo de senderismo o clases de arte, hay muchas opciones para todos los gustos.
  • Voluntariado: Ofrecer tu tiempo y habilidades a los demás no solo ayuda a la comunidad, sino que también es una excelente manera de conocer gente y sentirse útil.
  • Mantén el Contacto: No subestimes el poder de una llamada telefónica o una videollamada. Mantén el contacto regular con amigos y familiares, incluso si están lejos.
  • Aprovecha la Tecnología: Las redes sociales y las plataformas de videoconferencia pueden ser grandes aliadas para mantenerse conectado con seres queridos y conocer nuevas personas con intereses similares.

 

Como comentamos en este artículo las relaciones sociales son más que simples interacciones; son el corazón de una vida larga y plena.

Al mantenernos conectados, no solo enriquecemos nuestra existencia, sino que también aumentamos nuestra esperanza de vida. Así que, ¡nunca subestimes el poder de una buena conversación y una sonrisa compartida!

Al final del día, es el cariño y la compañía lo que verdaderamente nos mantiene jóvenes de corazón y apegados a la vida.

Así que, a partir de ahora, no te olvides de disfrutar de la vida en compañía.