Una manera eficaz de quemar grasas y perder peso que tiene muchos beneficios.

La palabra keto significa “dieta cetogénica” que, básicamente es darle al cuerpo moléculas combustibles llamadas cetonas. Una alternativa que usa el cuerpo cuando el azúcar en sangre (glucosa) está bajo mínimos. 

Estamos hablando de un plan de alimentación que consiste en la ingesta de pocos carbohidratos para así quemar más rápidamente la grasa. Es parecida a otros regímenes bajos en carbohidratos.

Con diferentes beneficios probados en estudios recientes, la dieta Keto o dieta cetogénica es recomendada por muchos médicos y expertos en nutrición porque, además, ayuda a la salud física del individuo. 

También ayuda a revertir la diabetes tipo 2, muy perjudicial para las personas en todo el mundo. 

Es muy importante recalcar que los principios de esta dieta deben ser aplicados siempre con el consejo de un profesional y con la supervisión médica siempre presente. No todo el mundo, ni en cualquier momento puede hacer cualquier tipo de dieta. Hay que tener en cuenta tu historial clínico y tus condiciones individuales para llevar a cabo cualquier tipo de dieta.

Además el objetivo de una dieta estricta no debería alargarse demasiado en el tiempo. Más bien lo que debe perdurar son los conocimientos y hábitos alimenticios que alcanzamos después de seguir cualquier tipo de dieta.

¿Qué hacemos exactamente en esta dieta?

Para aplicar la dieta basada en la cetogénesis en nuestras vidas debemos comer menos carbohidratos, consumir de forma moderada proteínas y aumentar, levemente, la ingesta de grasa. Así vamos a conseguir que nuestro estado metabólico entre en la cetosis, donde la grasa se consume para tener energía. 

También nuestro cerebro tira de la combustión de las cetonas para funcionar correctamente, por lo que vamos a conseguir adelgazar y seguir enérgicos a partes iguales con esta dieta. 

La dieta Keto, además de conseguir perder peso, también nos hará sentir menos hambre en general y nos ayudará a concentrarnos mejor en las tareas a realizar durante el día. 

Con el ayuno conseguimos el mismo resultado de cetosis, pero, en la dieta Keto no es necesario dejar de comer para llegar al estado metabólico que comentábamos anteriormente. 

La mayoría de las personas pueden seguir la dieta Keto, sin embargo, hay varios grupos de individuos que deben tener especial consideración como son los que toman medicamentos para la diabetes, como la insulina; los que tengan la presión arterial elevada o las mujeres que amamanten. 

Para más seguridad, es mejor consultar a su médico para ver qué podemos o no hacer en estos casos. 

A pesar de tener tantos beneficios, la dieta Keto es algo controvertida. Esto se debe a que tenemos que tener cuidado con los medicamentos, como, por ejemplo, los consumidos en la diabetes, que hemos comentado. 

También entra en cuestión el hecho de que el cerebro necesita carbohidratos y que, con este régimen, apenas los aportamos al organismo. Lo mismo ocurre con la restricción de calorías para perder peso. 

Pero, más allá de lo que podamos pensar, en una dieta Keto podemos comer una gran variedad de alimentos. Por ejemplo, carnes no procesadas que son bajas en carbohidratos y adecuadas para la dieta keto. También la carne orgánica y alimentada con pasto es más saludable.

De pescados y mariscos, todos son buenos, incluso excelentes, especialmente los pescados grasos como el salmón. Los huevos puedes comerlos de cualquier forma, p. ej. hervidos, revueltos o como omelet, entre otros. Aliméntate también de verduras de superficie, lácteos altos en grasas, frutos secos, etc.

En cuanto a bebidas, en una dieta cetogénica, el agua es la perfección, junto al café y el té. Pero, eso sí, no uses edulcorante en ningún caso, especialmente azúcar. El vino de forma ocasional también se puede consumir y caldos de hueso, que son hidratantes, saciantes y llenos de nutrientes y electrolitos.