Anteriormente, solo podíamos comprar una vivienda de segunda residencia y, si queríamos sacarle rentabilidad, podíamos ponerla en alquiler durante un tiempo. Era la única alternativa para monetizar un inmueble.

Actualmente este mercado ha crecido y las opciones son diversas, y hoy vamos a conocer unas cuantas para que puedas elegir la que mejor se adapte a tu idea de beneficio inmobiliario.

Los propietarios de grandes patrimonios sin uso o poca rentabilidad suelen ser personas mayores de más de 55 años que han ahorrado toda su vida, o recibieron una herencia que están gestionando.

Segundas residencias, apartamentos en la playa, casa en el campo, etc. que ya tienen pagada al completo o con un mínimo de hipoteca por saldar.

La paradoja que hay es que muchas veces, esas personas que tienen varios inmuebles tienen ingresos bajos y tienen que darles salida a esas propiedades por una necesidad de sacar algo de beneficio.

Hipoteca inversa, venta parcial o venta de la nuda propiedad son algunas de las soluciones actuales a las que están aferrándose muchos propietarios.

Empecemos por la más conocida: la hipoteca inversa. Alternativa factible para conseguir ingresos extra y seguir residiendo en la vivienda. Este producto financiero permite a la persona seguir en su casa y la entidad bancaria hace un préstamo al propietario con la vivienda como garantía. Ese préstamo se puede cobrar en un único pago o a través de mensualidades. Cuando el propietario fallece, los herederos pueden, o bien pagar la cantidad debida por ese propietario y quedarse con el inmueble; o dejar que se ejecute la garantía inmobiliaria (esto implica que la entidad financiera venda el inmueble para recuperar la cantidad pendiente; aunque no hay dación en pago).

Normalmente los bancos suelen prestar algo menos de la mitad del valor de la vivienda y la idea es que la suma de ambos conceptos (principal más intereses devengados) nunca supere el valor total del bien que actúa como garantía.

Otras opciones menos conocidas, pero igual de rentables para sacarle dinero a la vivienda son la venta parcial o venta de la nuda propiedad.

La primera de ellas, la venta parcial es cuando el usuario ya no es el único propietario, sino que se convierte en copropietario en una comunidad de propietarios de dos partes. Las ventajas reales de este tipo de acción son, entre otras, que tienen un método de financiación independiente de los bancos; no existe comprobación de crédito, con financiación de crédito y el proceso de venta es rápido.

Finalmente, con la venta de la nuda parcial el propietario de una vivienda, que normalmente suele ser una persona mayor, transmite la titularidad de su casa a cambio del cobro de una única cantidad y a la vez se reserva el derecho de continuar en el uso de su casa mientras viva.

Las tres opciones mostradas son alternativas totalmente válidas para rentabilizar tu segunda vivienda o inmueble de inversión, pero si necesitas más detalles para poder elegir cuál es la mejor para ti, te recomendamos acudir a tu entidad financiera habitual y preguntar según tus necesidades cuál se adapta especialmente a ti.