Hacer dieta es una práctica que el ser humano realiza desde antaño. Habitualmente se hacía dieta con la única finalidad de perder peso y estas dietas solían consistir en la eliminación de ciertos alimentos de nuestra rutina de comidas diarias y en reducir cantidades.
Lo que estas abstinencias tenían en común eran los alimentos prohibidos, que solían ser la bollería, el pan con harinas comunes y los fritos.
En cambio, hoy en día, se realizan dietas para, además de adelgazar, llevar una alimentación mejor y así mejorar así nuestra salud o, incluso, por motivos morales y éticos.
Pero sí es cierto que, de entre tantos tipos de regímenes que existen hoy, estos días predominan la dieta cetogénica y la vegana.
Dieta cetogénica o dieta keto
La dieta cetogénica, también conocida como dieta keto, se ha hecho muy popular entre la población debido a que celebridades como Halle Berry se han declarado seguidoras de este tipo de alimentación.
La dieta keto consiste en llevar al cuerpo a alcanzar la cetosis en sangre, un estado en el que el cuerpo utiliza la grasa en lugar del azúcar para obtener energía, siendo esta una alternativa más bien rápida de perder peso quemando grasa.
Pero esto cómo se logra, os preguntaréis. Pues bien, se consigue restringiendo la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos. Se deja de comer azúcar, cereales y ciertas frutas y verduras. Por otro lado, se consumen más alimentos ricos en proteínas y grasas buenas como el aguacate o el pescado azul.
Dieta vegana
La dieta vegana consiste en no ingerir ningún producto de origen animal. Así, alimentos como la carne, los lácteos, la gelatina o los huevos son alimentos prohibidos en este tipo de alimentación.
Se suele optar por esta dieta por diversas razones. Algunas personas la llevan a cabo por motivos éticos para no usar animales en nuestro beneficio. Otras personas la llevan a cabo porque puede conllevar a tener niveles más bajos de colesterol o a tener menos probabilidades de padecer enfermedades cardíacas.
Por otro lado, sí es cierto que una dieta vegana puede proporcionarnos todos los nutrientes que el ser humano necesita si se planifica adecuadamente.
Tras comentar ambas dietas, debemos dejar claro que no existe una práctica mejor como tal. Toda dieta posee sus riesgos y siempre debemos consultar a un profesional de la nutrición para que nos asesore con nuestra alimentación.
Igualmente, nunca debemos ser extremistas. Ya que quitarnos alimentos esenciales en nuestra dieta de forma estricta no nos ayuda a llevar una dieta equilibrada y puede llegar a ser dañino para nuestro organismo.
Por eso, desde AESFAS os recomendamos encarecidamente que cada vez que queráis hacer un cambio sustancial en vuestra alimentación o llevar a cabo alguna dieta específica lo consultéis con un médico o nutricionista que os aconseje y os ayude. Ya que cada persona es un mundo y, a veces, no sirve lo mismo para todos o incluso podemos perjudicarnos sin querer.
Cuida de tu alimentación, cuida de ti, cuida tu salud.