La horticultura terapéutica es el proceso de utilizar plantas y actividades de jardinería para mejorar el bienestar físico y mental de un individuo.

Esta forma de terapia se practica en una variedad de entornos, incluyendo hospitales, centros de rehabilitación, centros de cuidado para personas mayores, y escuelas. Los beneficios de la horticultura terapéutica son amplios y bien documentados.

A continuación, te vamos a detallar algunos de estos beneficios:

1. Beneficios Físicos:

Mejora de la Motricidad Fina y Gruesa: La horticultura requiere una variedad de movimientos que pueden ayudar a mejorar la fuerza, la coordinidad y la motricidad fina y gruesa. Plantar, cavar y podar son ejemplos de cómo la jardinería puede ser utilizada como una forma de rehabilitación física.

Incremento de la Actividad Física: El mantenimiento de un jardín fomenta la actividad física regular, lo cual es esencial para mantener la salud cardiovascular, la flexibilidad y la fuerza muscular.

Exposición al Aire Libre y a la Vitamina D: Trabajar al aire libre aumenta la exposición a la luz natural, lo que puede mejorar los niveles de vitamina D en el cuerpo, beneficiando la salud ósea y el sistema inmunológico.

2. Beneficios Psicológicos:

Reducción del Estrés: La horticultura proporciona un escape de las actividades diarias que pueden ser estresantes. El contacto con la naturaleza y el enfoque en tareas manuales pueden reducir los niveles de la hormona del estrés, el cortisol.

Mejora del Estado de Ánimo: El contacto con plantas y el entorno natural ha mostrado mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad a través del estímulo de los sentidos y la promoción de la relajación.

Estimulación Cognitiva: Planificar y cuidar de un jardín requiere aprender y recordar una amplia gama de habilidades y conocimientos, lo que puede ayudar a mantener la mente aguda y potencialmente retardar el desarrollo de enfermedades como la demencia.

3. Beneficios Sociales:

Fomento de las Relaciones Sociales: La horticultura a menudo se realiza en un entorno comunitario, lo que ayuda a construir relaciones y desarrollar habilidades sociales, contribuyendo a un sentimiento de comunidad y pertenencia.

Sentido de Responsabilidad y Logro: Cuidar de las plantas ofrece a las personas la responsabilidad de cuidar de otro ser vivo, lo que puede aumentar la autoestima y proporcionar un sentido de logro cuando las plantas crecen y florecen.

4. Beneficios Terapéuticos:

Mejora de la Autoeficacia: Aprender a cultivar y mantener un jardín puede mejorar la confianza en las habilidades propias y fomentar un sentido de autonomía.

Terapia Ocupacional: La horticultura puede ser una forma efectiva de terapia ocupacional, ya que los pacientes recuperan habilidades motoras y cognitivas en un ambiente que es percibido como menos clínico y más relajante que los entornos tradicionales de rehabilitación.

Control Emocional: El proceso de cuidar un jardín requiere paciencia y tiempo, lo cual puede enseñar a las personas a manejar mejor sus emociones y a ser más pacientes.

Una forma saludable de mantenerte activo y bien alimentado

En resumen, la horticultura terapéutica puede tener un impacto significativo en el bienestar físico, mental y social de cualquier persona.

Puede ser particularmente beneficiosa para aquellos que están recuperándose de enfermedades, quienes sufren de trastornos mentales, personas mayores, y para aquellos que simplemente buscan mejorar su calidad de vida general.

La horticultura te permite conectar con el medio ambiente mientras promueve la sanación y el crecimiento personal a través del cuidado de las plantas.

Hace un tiempo te dábamos en un artículo las pautas para crear tu propio huerto urbano en casa.

Ponte ahora manos a la obra y disfruta de todos los beneficios que te ofrece cuidar y cosechar tus propias plantas.