Gestionar nuestro tiempo es todo un arte. Un arte porque estamos manejando el recurso más rico, y a la vez más limitado que todos los humanos tenemos: el tiempo.
Trabajo diario, rutina, deporte, vida social, familia, hobbies… tenemos que controlarlo todo y que no se nos escape nada de las manos. Para muchos, esto es una tarea fácil y sencilla, pero para un alto porcentaje de la población, es una gestión que crea ansiedad y estrés continuo.
Si a esto le sumamos causas que no están en nuestro poder, como depender de los demás en ciertos aspectos y situaciones adversas como la actual pandemia mundial, la cosa se complica aún más.
Pero no estamos aquí hoy para hablar de todo lo negativo de la gestión del tiempo, sino para intentar huir de esa sensación de agobio que nos genera el no poder llegar a todo en nuestro día a día.
Para ello nos serviremos de una serie de recursos para saber ser más productivos a diario y gestionar de manera más eficiente nuestro tiempo, ese valioso recurso que todos tenemos en nuestras vidas.
Comenzamos con la productividad. Para poder sobrellevar de mejor manera una vida llena de retos y “cosas por hacer”, lo primero que tenemos que hacer es saber ordenar nuestra mente y nuestro espacio. Esto quiere decir que tenemos que saber qué cosas son prioritarias en nuestra rutina y hacerlas de una en una, siguiendo un orden y un control de cada una de ellas total.
Para ello puedes ayudarte de una agenda. Una forma fácil de clasificar las tareas en un día y así gestionar tu tiempo (de trabajo, ocio y personal) de la mejor forma posible. Puede ser tradicional, de papel, o usar herramientas online como Google Calendar, iCal, Do It Tomorrow…
Pero eso sí, todo ello planificado con antelación. Dedica cada día antes de empezar con todo a planificar las tareas para controlar la situación en todo momento. Esto solo te llevará 10 minutos.
Otra cosa que debemos tener en cuenta para poder sobrellevar una rutina sin estrés ni ansiedad es poder evitar los ladrones de tiempo que existen continuamente. Si huimos de las distracciones podremos ser más productivos y generar más actividad a lo largo del día. Las malas costumbres son, entre otras: redes sociales, reuniones demasiado largas, desorden…
Pero, eso sí, debemos tener nuestro tiempo de descanso, que no es lo mismo que perder el tiempo. Es una de las prioridades para ser más provechoso, tomarte espacio de dispersión para oxigenar el cerebro, liberar estrés y mejorar nuestra concentración. Y, por supuesto, dormir las horas necesarias siempre.
Si conseguimos seguir estos pasos a diario podremos ser más felices con lo que hacemos contantemente, además de tener una mejor relación con nuestro entorno, tanto profesional como personal.
Si quieres una ayuda extra, puedes acudir a las numerosas técnicas de relajación y meditación que existen. Una de las más famosas en la actualidad es el Mindfulness.
Se trata de una técnica para calmar cuerpo y mente y así poder aumentar nuestra confianza en todos los aspectos de nuestro día a día como son la comunicación, concentración, bienestar laboral y creatividad.