Hace más de 20 años, concretamente el 11 de enero de 2002, se batió récord histórico de subida del precio de la luz. Este 2021, y tras el paso de la borrasca Filomena por España, se encareció de nuevo la luz alcanzando un precio máximo hasta ahora nunca visto.

En estos últimos meses sólo ha hecho subir, por ejemplo, el 21 de julio de 2021, se estableció en 106,57 euros/MWh el precio medio de la energía en España según datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE).

Agosto, en plena ola de calor, el precio marcado alcanzó los 106 euros/MWh.

En este mes de septiembre, el precio del megavatio hora estaba en un 253,3% más alto que el mismo mes del año pasado, cuando se contabilizaba en 48,5 euros/MWh.

Y nada impedirá que siga creciendo este coste.

Los meses de julio y agosto han sido los más costosos de la historia del consumo de luz y septiembre se está encaminando igual, semana tras semana.

Para entender por qué tenemos la luz más cara de la historia tenemos que conocer la escalada de los múltiples factores que afectan a esta subida.

Lo primero que hay que tener en cuenta es el aumento de la demanda. Si, por ejemplo, nos encontramos con una Filomena como la vivida en el mes de enero, con mucho frío y tormentas, los consumidores de energía necesitan más cantidad y se produce picos complicados de abastecer.

También cuando suben las temperaturas y hay olas de calor en pleno verano, varias zonas de España demandan más energía para solventar esa calidez dentro de los hogares o el trabajo.

Otro factor que influye en el mercado del gas. El precio del gas también cuenta en esta subida de costes. Según constata la ministra para la Transición Económica, Teresa Ribera, se encuentran «en discusiones con la Comisión Europea para ver de qué modo se puede paliar este impacto».

Finalmente, los precios de los derechos de emisión de CO2 confluye para esta elevada energía. Esto es consecuencia de las políticas de la Unión Europea para sobrecargar las tecnologías más contaminantes con el fin de hacerlas ineficaces.

Pero no pensemos que somos los únicos que sufren estos elevados precios, pues las cifras de España no son aisladas y el resto de países europeos como Italia o Francia tienen energías caras. El país italiano llega a los 103,7 euros/MWh y el vecino Francia a 91,01 euros/MWh.

Los grandes perjudicados de todo esto son los pequeños consumidores que se encuentran en el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC, la tarifa por defecto fijada por la ley) y esto conlleva que cerca de 11 millones de personas se vean damnificadas.

A esto se le suma la nueva estructura tarifaria que introdujo el Gobierno recientemente que castiga a los consumos en horas en las que mayor carga energética se consume en las casas pues cargan la mayor parte de los costes eléctricos regulados en las horas de mayor pico.